Ese nombre
por Luciano Doti
Era un día muy raro. Los hechos sucedían de un modo diferente a lo habitual. Ignoraba en qué hora transcurría mi existencia. Me sentía extraño, como habitando un no lugar en un espacio indefinido.
Llegué a casa y la hallé desierta. Sobre la mesa del comedor encontré unos papeles; daba la sensación de que habían buscado algo con apuro, para salir raudamente.
Sonó el teléfono y lo atendí. Preguntaban dónde era el velatorio de Gustavo. Respondí que no sabía, indiferente. Pero ese nombre...
Decidí ir al bar por unos tragos. En el camino pasé por la sala velatoria del barrio; en la puerta había alguna gente conocida. Cambié de planes y entré.
Ingresé cual ser invisible. Absortos en su dolor, nadie pareció percatarse de mi presencia. Me introduje en el sector donde estaba ubicado el féretro. Observé ante mí a un joven demacrado de rostro tan familiar que se me antojó que en un espejo me contemplaba a mí mismo. Hice fuerza para despertar creyendo todo eso parte de una pesadilla, pero no lo era. Estoy tan seguro de eso como de que en el estadío que llamamos vida mi nombre era Gustavo.
Sonó el teléfono y lo atendí. Preguntaban dónde era el velatorio de Gustavo. Respondí que no sabía, indiferente. Pero ese nombre...
Decidí ir al bar por unos tragos. En el camino pasé por la sala velatoria del barrio; en la puerta había alguna gente conocida. Cambié de planes y entré.
Ingresé cual ser invisible. Absortos en su dolor, nadie pareció percatarse de mi presencia. Me introduje en el sector donde estaba ubicado el féretro. Observé ante mí a un joven demacrado de rostro tan familiar que se me antojó que en un espejo me contemplaba a mí mismo. Hice fuerza para despertar creyendo todo eso parte de una pesadilla, pero no lo era. Estoy tan seguro de eso como de que en el estadío que llamamos vida mi nombre era Gustavo.
Publicado en las revistas miNatura nº 137 y La Esfera Cultural, 2014.
Leído en el programa radial La Voz Silenciosa, 2014.
Etiquetas: cuento, doti, microrrelato, terror
9 Comments:
Una idea inquietante descubrir que su propia muerte, que la vida ha terminado.
Sobrecogedor relato desarrollado con una creciente tensión. Un saludo.
a raiz de este texto nos conocimos... hablo del autor, no del pobre Gustavo jejeje
Gracias por sus comentarios.
Saludos!
Me ha gustado, Luciano, muy bien escrito. Enhorabuena
Buen relato, bien llevado. El audio sublime, me ha encantado.
Un mal día, pobre Gustavo. Un abrazo
Buen relato, Luciano. Me gustó la narración acorde a la experiencia del protagonista. Un saludo.
Saludos Luciano, buen relato sobre una situación que no debe ser nada fácil. Me recordó a la escena de la película Ghost .-). Éxitos!
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