La casa oculta
por Alejandro Bentivoglio & Luciano Doti
A veces lo único que hay en la casa son sombras. Las habitaciones
parecen extraños territorios donde ninguna luz se atreve a posarse. Las
sombras no tienen formas, o quizás sí, el ojo prefiere esconderse de las
figuras que se dibujan en las paredes o que ocultan los muebles de
tanto en tanto. El silencio se quiebra en un arrastrar de negrura, como
un corazón de velada tiniebla.
Las sombras quieren comunicarse conmigo. La casa alberga un alma en pena. Estoy convencido de que alguien fue asesinado y sepultado aquí. Por eso he comenzado a escarbar en los pisos; ya levanté todo el parquet de los dormitorios y mañana empiezo a romper los cerámicos del living. Si no está ahí, voy a picar las paredes, a ver si está emparedado. Pero voy a encontrar su cuerpo para que su alma descanse en paz.
Las sombras quieren comunicarse conmigo. La casa alberga un alma en pena. Estoy convencido de que alguien fue asesinado y sepultado aquí. Por eso he comenzado a escarbar en los pisos; ya levanté todo el parquet de los dormitorios y mañana empiezo a romper los cerámicos del living. Si no está ahí, voy a picar las paredes, a ver si está emparedado. Pero voy a encontrar su cuerpo para que su alma descanse en paz.
Etiquetas: cuento, doti, microrrelato, terror
2 Comments:
Parece parte de un relato un poco más largo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Publicar un comentario
<< Home